ORIENTACIÓN ESTUDIANTIL
Depresión: Problema complejo, asunto de todos
La depresión representa un grave problema de salud pública que amerita mayor aproximación no solo en términos de origen y antecedentes, sino a partir de una mirada que, desde la prevención y los sistemas de ayuda, permita desmitificarla y comprenderla en escenarios cercanos, reales y cotidianos. Al respecto uno de los principales asuntos por trabajar es la comprensión misma del concepto, el cómo se nombra y se reconoce, pues en la actualidad es común asociarla a estados de tristeza, bajones de ánimo y llanto, que no ameritan mayor importancia, que se pueden manejar con “fuerza de voluntad” porque es pasajero e intrascendental, desconociendo que dependiendo de la recurrencia y/o frecuencia con el que se presente y de la asociación a otras características, las cuales serán motivo de consideración en párrafos posteriores, nos encontramos frente a una situación realmente compleja.
Algunos estudios aseguran que la depresión “representa la cuarta causa de discapacidad en cuanto a la pérdida de años de vida saludables” (Berenzon, Lara, Robles, & Medina-Mora, 2013), esto significa que el impacto que tiene en el individuo trasciende a lo individual, familiar, laboral, académico y social, con consecuencias múltiples que dependiendo de la intensidad de los síntomas pueden afectar de manera parcial o total, la funcionalidad de las áreas de ajuste; en el ámbito educativo por ejemplo, suele tener afectación en el rendimiento académico y en el desarrollo afectivo y social del estudiante (Mancipe, 2019).
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2018) “la depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés y placer, sentimientos de culpa, baja autoestima, trastornos del sueño y apetito, sensación de cansancio y falta de concentración”, que incluso puede llevar al suicidio, lo que la convierte en la actualidad, en la segunda causa de muerte a nivel mundial que aunque afecta a personas de todas las edades, la población, femenina, juvenil comprendida entre los 15 y 29 años y los ancianos, han sido catalogados como los más propensos a padecerla (Universidad Javeriana, 2021).
En Colombia se cuenta desde el año 1998 con una Política de Salud Mental que ha tenido ajustes de acuerdo con la Política de Atención Integral en Salud y con los resultados de la Encuesta Nacional de Salud Mental realizada en el año 2015. En la actualidad se prepara un documento (Conpes) que tiene cuatro ejes: promoción de la salud mental y la convivencia social; prevención y atención integral de los problemas y trastornos mentales; prevención y atención integral de los trastornos asociados al consumo de sustancias psicoactivas, y atención psicosocial a poblaciones vulnerables. Esto deja entrever que se están tomando algunas medidas que permiten realizar intervenciones más acordes con las necesidades particulares de los colombianos (Universidad Javeriana, 2021, párr. 16).
En el caso específico de la depresión, es necesario localizar los síntomas más relevantes para su detección y prevención; de acuerdo con Mancipe (2019) citando a Hoyos Zuluaga, Lemos Hoyos y Torres de Galvis (2012), los de mayor impacto son:
Biológicos: Una mirada multifactorial de esta problemática implica la comprensión de factores como: alteraciones en el funcionamiento del sistema nervioso central, herencia, entre otros.
Psicológicos: En el crecimiento y desarrollo del adolescente puede verse vulnerado en aspectos como el aprendizaje, la personalidad, la planeación y toma de decisiones, su sistema de creencias y vínculos afectivos, entre otros.
Sociales: influyen de acuerdo al contexto cultural, nivel socioeconómico, acceso a la educación, oportunidades de crecimiento, entre otros (pág. 9).
A partir de lo anterior es posible comprender que hablar de depresión es pensar en una problemática multicausal que requiere un abordaje multidisciplinar teniendo en cuenta que existen diversos factores de riesgo, los cuales son relacionados por la Organización Mundial de la Salud (2019) en el siguiente orden:
Haber sufrido algún episodio depresivo antes.
Tener antecedentes familiares de este trastorno.
La pérdida de seres queridos.
La soledad.
Estrés continuo.
Tener problemas para relacionarse con los demás.
Situaciones conflictivas en el entorno (por ejemplo, el trabajo u hogar).
Haber sufrido traumas físicos o psicológicos (maltrato físico, abuso sexual).
Padecer una enfermedad física seria o problemas crónicos de salud.
El consumo de algunos medicamentos (puede consultarlo con su médico).
Abusar del alcohol o consumir otras drogas.
Tras el parto, algunas mujeres son más vulnerables a la depresión. Los cambios hormonales y físicos junto con las nuevas responsabilidades con el recién nacido pueden ser difíciles de asumir.
Tener una personalidad con alguna cualidad extrema (inseguridad, dependencia, hipocondría, perfeccionismo, autoexigencia) predispone a padecer depresiones.
Estos factores deben llevar a reflexionar en la importancia que tiene conocer qué hacer, cuando al sentir que el estado de tristeza pasa de ser algo transitorio a algo persistente, que perturba la calidad de vida de quien lo afronta. Lo primero es recocer los síntomas, no sentir vergüenza, ni miedo en buscar ayuda, tenga en cuenta que, la depresión es una enfermedad que requiere atención de profesionales expertos y entre más rápido se acuda a ellos, mejor pronostico en la recuperación. Conviene aclarar que el psiquiatra hará un diagnóstico en el que si así se requiere, suministrará tratamiento farmacológico o de medicamentos que ayuden a mejorar la forma en que el cerebro utiliza ciertas sustancias químicas naturales como la serotonina; el psicólogo realizará psicoterapia en la que se proporcionará al paciente, nuevas estrategias de afrontamiento para sentirse mejor y prevenir futuras recaídas, posiblemente remitirá a un psicólogo especialista en familia, quien podrá trabajar con los familiares del paciente, como sistema de apoyo aliado en el favorecimiento del bienestar y la salud mental de su familiar.
No olvide que la orientación escolar del Colegio Sagrados Corazones está comprometida con la promoción de la salud mental de todos y cada uno de los actores del colegio. Siempre se abrirán espacios de escucha para quien lo requiera.
Referencias bibliográficas
Berenzon, S., Lara, M., Robles, R., & Medina-Mora, M. (Enero-Febrero de 2013). Salud pública de México, 55(1), 74-80. Obtenido de https://scielosp.org/pdf/spm/2013.v55n1/74-80/es
Mancipe, R. (2019). La depresión en adolescentes y sus efectos en el rendimiento escolar: Una Revisión Sistemática. Universidad Cooperativa de Colombia. Facultad de Ciencias Humanas y Sociales. Programa de Psicología.
Organización Mundial de la Salud (OMS). (2019). MSD SALUD. Obtenido de Factores de riesgo de la depresión: https://www.msdsalud.es/cuidar-en/depresion/informacion-basica/factores-riesgo-depresion.html
Universidad Javeriana. (2021). Programa Intervenciones en Salud Mental PUJ-HUSI. Depresión en Colombia es más alta que el promedio en el mundo. Obtenido de https://www.javeriana.edu.co/mentalpuntodeapoyo/?p=281